La comunidad educativa de Jujuy está de luto tras el fallecimiento de una docente de la Escuela Normal de San Salvador , quien sufrió una descompensación durante una reunión con padres y falleció horas después. Este trágico hecho, denunciado por el CEDEMS (Centro de Docentes de Enseñanza media y superior) , no es un caso aislado, sino la punta del iceberg de una crisis profunda que atraviesa el sistema educativo público provincial.

Desde el sindicato advierten que episodios como este reflejan el costo humano del ajuste en la educación. Las escuelas se han convertido en cajas de resonancia de la crisis económica y social que afecta a la provincia y al país. Mientras los escritorios de las autoridades recargan exigencias y responsabilidades sobre los docentes, el presupuesto para la educación se reduce cada vez más, dejando a las instituciones sin las herramientas necesarias para enfrentar problemáticas complejas.

“La docencia lo da todo: sostiene un sistema en crisis con su trabajo, su cuerpo, su cabeza y su bolsillo”, señala el comunicado del CEDeMS. Los docentes no solo enseñan, sino que también sacan recursos de sus propios ingresos para cubrir necesidades básicas que el Estado no garantiza. Sin las cooperadoras escolares, muchas instituciones no podrían funcionar debido al achique presupuestario.

A pesar de esto, las exigencias crecen: informes, planillas y planificaciones se multiplican, mientras se escasean equipos de apoyo como psicopedagogos y maestras especiales. Problemáticas novedosas y cada vez más complejas recaen sobre los docentes, quienes no cuentan con los recursos necesarios para abordarlas de manera integral.

El fallecimiento de esta colega en el ejercicio de su profesión marca un límite claro. «Desde las esferas gubernamentales no pueden mirar para otro lado. El Estado es responsable de una situación estructural que no resiste más parches», enfatizó el sindicato.

El ajuste no se limita a los magros salarios que reciben los trabajadores de la educación; es parte de una política de vaciamiento y ataque al conjunto de la educación pública. Esta realidad afecta directamente a la comunidad educativa, compuesta por docentes, estudiantes y familias, quienes son los verdaderos interesados ​​en contar con una educación de calidad.

El CEDeMS expresó su solidaridad con la familia de la docente fallecida, sus compañeras de trabajo y la comunidad de la Escuela Normal, al tiempo que llamó a no evaluar este caso como un hecho aislado. “Urge abordar los vínculos en la comunidad escolar y tomar medidas concretas para revertir esta situación”, concluyeron.